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Descubre la Divina Comedia

Con motivo del séptimo centenario de la desaparición de Dante Alighieri, el Ministerio de Asuntos Exteriores y de la Cooperación Internacional, os invita a explorar el Canto V del Infierno de la Divina Comedia. Escuchad los tercetos, descubrid los personajes que han inspirado al Sumo Poeta y la influencia de la historia de Paolo y Francesca en los autores de todo el mundo.

Versículos 1-24: Minos, juez de los condenados


Así bajé del círculo primero,
Al segundo, en que en trecho más cerrado
Más gran dolor aúlla plañidero.

Allí, Minos, horrible, gruñe airado;
Examina las culpas á la entrada:
Juzga y manda según ciñe el pecado.

Digo, que cuando el alma malhadada.
Ante su faz, desnuda se confiesa.
Aquel conocedor de la culpada,

Ve de que sitio del Infierno es presa,
Y se ciñe la cola, y cada vuelta.
Marca el grado á que abajo la endereza.

Presente hay siempre multitud revuelta:
Cada alma se declara ante su juicio;
La escucha, y al abismo baja vuelta.

"¿Qué buscas del dolor en el hospicio?"
Gritó Minos, mirando de hito en hito,
Y suspendiendo su severo oficio.

"¡Guay de quien fías, y no seas cuito!
¡No te engañe la anchura de la entrada!"
Y mi guía le dijo: "¿A qué ese grito?

No le interrumpas su fatal jornada:
Lo quiere así Quien puede y ha podido
Lo que se quiere. ¡No preguntes nada!"


Círculo primero
Minos

Versículos 25-51: La tempestad infernal


Ora comienza el grito dolorido
Á resonar en la mansión del llanto,
Y el corazón golpea y el oído.

Era un lugar mudo de luz, en tanto
Que mugía cual mar embravecida
Por encontrados vientos, con espanto.

La borrasca infernal, siempre movida,
Los espíritus lleva en remolino,
Y los vuelca y lastima en su caída.

Y en el negro confín del torbellino.
Se oyen hondos sollozos y lamentos,
Que niegan de virtud el don divino.

Eran los condenados á tormentos,
Los pecadores de la carne presa.
Que á instintos abajaron pensamientos.

Cual estorninos, que en bandada espesa
En tiempo frío el ala inerte estiran,
Así van ellos en bandada opresa.

De aquí, de allá, de arriba abajo giran,
Sin esperanza de ningún consuelo:
Ni á menos pena ni al descanso aspiran.

Como las grullas que en tendido vuelo
Hienden el aire al son de su cantiga,
Así van arrastrados en su duelo,

Por aquel huracán que los fustiga.
"Quiénes son," pregunté, "que en giro eterno
El aire negro con furor castiga?"


Estorninos / grullas
Vientos / aire

Versículos 52-72: El torbellino de almas


"La primera que ves en este infierno,"
Me dijo, "emperatriz fué de naciones
De muchas lenguas, con poder superno:

De la lujuria insana las pasiones
Hizo su ley, para borrar la afrenta
Que en vida puso estigma á sus acciones:

La Semíramis fué, de quien se cuenta
Que á Niño sucedió y fué su esposa,
Donde hoy el trono de Soldán se asienta.

La otra que ves, se suicidó amorosa,
Infiel á las cenizas de Siqueo:
La otra es Cleopatra, reina lujuriosa."

Y á Helena vi, bello y fatal trofeo
De larga lucha, y víctima de amores
Al grande Aquiles, hijo de Peleo;

Y á Páris y á Tristán, y de amadores
Las sombras mil por el amor heridas,
Víctimas al morir de sus dolores.

Luego que supe las antiguas vidas,
Sentí de la piedad el soplo interno,
Quebrantado por tantas sacudidas.


Personajes clave

Semiramide

Versículos 52-60

"La primera que ves en este infierno,"
Me dijo, "emperatriz fué de naciones
De muchas lenguas, con poder superno:

De la lujuria insana las pasiones
Hizo su ley, para borrar la afrenta
Que en vida puso estigma á sus acciones:

La Semíramis fué, de quien se cuenta
Que á Niño sucedió y fué su esposa,
Donde hoy el trono de Soldán se asienta.

Didone

Versículos 61-62

La otra que ves, se suicidó amorosa,
Infiel á las cenizas de Siqueo:

Cleopatra

Versículo 63

La otra es Cleopatra, reina lujuriosa."

Elena

Versículos 64-67

Y á Helena vi, bello y fatal trofeo
De larga lucha, y víctima de amores
Al grande Aquiles, hijo de Peleo;

Y á Páris y á Tristán, y de amadores

Tristano

Versículo 67

Y á Páris y á Tristán, y de amadores

Versículos 73-142: Paolo y Francesca


"Hablar quisiera con lenguaje tierno,"
Dije, "á esas sombras que ayuntadas vuelan,
Tan leves como el aire, en este infierno."

Y díjome: — "Por el amor que anhelan
Pídeles que se acerquen, y á tu ruego
Vendrán, cuando los vientos las impelan."

Y cuando el viento nos las trajo luego,
Interpelé á las almas desoladas:
"Venid á mí, y habladme con sosiego."

Cual dos palomas por amor llevadas
Con ala abierta vuelan hacia el nido,
Por una misma voluntad aunadas,

Así del grupo donde estaba Dido
Cruzaron por el aire malignoso,
Tan simpático fué nuestro pedido.

Y exclamaron: "¡Oh! ser tan bondadoso,
Que buscas al través del aire impío
Las víctimas de un mundo sanguinoso!

Si Dios escucha nuestro ruego pío,
Por tu paz rogaremos en buen hora,
Pues que te apiada nuestro mal sombrío.

Escuchando tu voz consoladora,
Diremos nuestra historia dolorida.
Mientras el viento calla, como ahora.

Se halla la tierra donde fuí nacida
En la marina donde el Po desciende.
Con secuaces en paz á su caída.

Amor, que el alma noble pronto enciende,
A este prendó de mi gentil persona,
Que quitada me fué, ¡cual aun me ofende!

Amor que amado alguno amar perdona,
Me ató á sus brazos con placer tan fuerte,
Que como ves, ni aún muerta me abandona.

Amor llevónos á la misma muerte.
Al matador en vida, Caín espera."
Las dos sombras me hablaron de esta suerte.

Al escuchar aquella ánima herida,
Bajé la frente, y el poeta amado,
"¿Qué piensas?" preguntóme, y dolorida

Salió mi voz del pecho atribulado:
"¡Qué deseos, qué dulce pensamiento.
Les trajeron un fin tan malhadado!"

Y volviéndome á ellos al momento,
Díjeles: "¡Oh Francesca! tu martirio
Me hace llorar con pío sentimiento!

¡Mas, del dulce suspiro en el delirio,
Como te dio el Amor tímido acuerdo,
Que abrió al deseo de tu seno el lirio?"

Y ella: "¡Nada más triste que el recuerdo
De la ventura en medio á la desgracia!
¡Muy bien lo sabe tu Maëstro cuerdo!

Pero si tu bondad aún no se sacia,
Te contaré como quien habla y llora,
De nuestro amor la primitiva gracia.

Leíamos un día en grata hora,
Del tierno Lanceloto la aventura,
Solos, y sin sospecha turbadora.

Nuestros ojos, durante la lectura
Se encontraron: ¡perdimos los colores,
Y una página fué la desventura!

Al leer que el amante, con amores
La anhelada sonrisa besó amante,
Éste, por siempre unido á mis dolores,

La boca me besó, todo tremante,
¡El libro y el autor... Galeoto han sido!...
¡Ese día no leímos adelante!"

Así habló el un espíritu dolido,
Mientras lloraba el otro; y cuasi yerto,
De piedad, me sentí desfallecido,

Y caí, como cae un cuerpo muerto.


Paolo y Francesca

Influencias de Paolo y Francesca en el mundo

Timeline y Mapa

  • 1373

    Giovanni Boccaccio (1313-1375), Comentario sobre “La Divina Comedia de Dante”

  • 1785

    Johann Heinrich Fussli (1741-1825), Paolo y Francesca sorprendidos por Gianciotto

  • 1802

    Bertel Thorvaldsen (1770-1844), Paolo Malatesta y Francesca da Rimini

  • 1806

    Gian Giacomo Machiavelli (1766-1811), Amor, que a nadie amado amar perdona

  • 1812

    Marie-Philippe Coupin de La Couperie (1773-1851), El amor funesto de Francesca da Rimini

  • 1816

    James Henry Leigh Hunt (1784-1859), The story of Rimini

  • 1824

    William Blake (1757-1827), El círculo de los lujuriosos: Francesca da Rimini

  • 1835

    Ary Scheffer (1795-1858), Francesca e Paolo ante Dante y Virgilio

  • 1837

    William Dyce (1806-1864), Francesca da Rimini

  • 1838

    Krystyn Ostrowski (1811-1882), Françoise de Rimini

  • 1841

    Henri Decaisne (1799-1852), Francesca da Rimini

  • 1842

    Miguel Canè (1851-1905),
    Francesca da Rimini

  • 1853

    George Henry Boker (1823-1890), Francesca da Rimini, a tragedy in five acts

  • 1854

    Dante Charles Gabriel Rossetti (1828-1882), Paolo y Francesca

  • 1864

    Anselm Feuerbach (1829-1880), Paolo y Francesca

  • 1876

    Pëtr Il'ič Čajkovskij (1840-1893), Francesca da Rimini

  • 1886

    Auguste Rodin (1840-1917),
    El beso

  • 1901

    Gabriele D’Annunzio (1863-1938), Francesca da Rimini

  • 1906

    Sergej Rachmaninov (1873-1943), Francesca da Rimini

  • 1910

    James Stuart Blackton (1875-1941), The Two Brothers or Francesca da Rimini

  • 1914

    Riccardo Zandonai (1883-1944), Francesca da Rimini

  • 1921

    Franz Von Bayros (1866-1924; pseudónimo de Choisy Le Conin), Francesca da Rimini

  • 1949

    Raffaello Matarazzo (1909-1966), Paolo e Francesca

  • 1981

    Jorge Luis Borges (1899-1986),
    Infierno V, 129

Créditos

 

DIRECCIÓN GENERAL PARA LA PROMOCIÓN DEL SISTEMA PAÍS – Oficina VIII


Textos de Bianca Garavelli
Versión al inglés a cargo de Donatella Baldini y Edoardo Crisafulli
Versión al francés a cargo del Instituto Italiano de Cultura de Lion
Versión al español a cargo de Carlos Patrignani, Instituto Italiano de Cultura de Madrid
Versión al portugués a cargo del Instituto Italiano de Cultura de Sao Paulo


Desarrollo del sitio web y la aplicación por MTM Reality www.mtmreality.cominfo@mtmproject.com

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